Michel Agier es antropólogo y director de estudios de la Escuela de Estudios Avanzados en Ciencias Sociales de París, Francia (EHESS), e investigador sénior emérito del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo (IRD) de la misma ciudad. Sus principales intereses son la globalización, el exilio y las marginalidades urbanas. Después de varios años de investigaciones de campo en África Occidental y América Latina -en ciudades como Salvador de Bahía, Brasil, y Cali, Colombia, donde vivió durante dos años-, se ha dedicado a realizar investigaciones en África, Medio Oriente y Europa sobre migraciones y refugiados. Ha coordinado el programa de investigación
"Babels - La ciudad como tierra fronteriza" concedido por la Agencia Francesa de Investigación (ANR, 2016-2019) y ha sido el presidente del Departamento de Política en el
Institut Convergence Migrations (ICM, 2018-2022), entre muchos otros cargos. Ha escrito 19 libros de manera individual y ocho de forma colectiva. Cuenta además con múltiples artículos y/o capítulos en libros y revistas especializadas, y codirigió el documental
Vicente, junto a Nicolas Autjeman. Entre sus libros se destacan:
El extraño como mi invitado. Una antropología crítica de la hospitalidad, ediciones Polity press, 2020
La crisis migratoria de los últimos años ha suscitado una doble respuesta: por un lado, muchos Estados han respondido reforzando los controles fronterizos, en un intento de restringir los movimientos de población, mientras que, por otro lado, muchos ciudadanos han respondido acogiendo a los recién llegados, ofreciéndoles cobijo, comida y toda la ayuda que pudieran brindar. Al hacerlo, han vuelto a despertar una antigua forma de antropología que durante mucho tiempo se consideró muerta: la de la hospitalidad. En este libro, Agier desarrolla una original antropología de la hospitalidad que parte de la realidad de la hospitalidad como una relación social, aunque asimétrica, en la que cada parte tiene derechos y deberes. Argumenta que, con la disminución del apoyo estatal y religioso, la hospitalidad ahora está resurgiendo a nivel individual y municipal, pero estas iniciativas locales, si bien son importantes, son insuficientes para responder a la escala de la migración en el mundo de hoy. Necesitamos una nueva política de hospitalidad para la era moderna, una que considere la hospitalidad como un derecho en lugar de un favor y que trate al extraño como un invitado en lugar de un extranjero o un enemigo. Este libro oportuno y original es de gran interés para estudiantes y académicos de antropología, sociología y ciencias sociales en general, y para cualquier persona preocupada por la migración y los refugiados en el mundo de hoy.
Tierras fronterizas. Hacia una antropología de la condición cosmopolita, de Polity Press: 2016
Las imágenes de migrantes y refugiados que llegan en precarios botes a las costas del sur de Europa, y de los campamentos improvisados que han surgido en Lesbos, Lampedusa, Calais y otros lugares, se han convertido en imágenes familiares en las pantallas de televisión de todo el mundo. Pero, ¿qué sabemos de los lugares fronterizos, esas zonas liminales entre países y continentes que hoy se han convertido en el foco de tanta atención y ansiedad, y qué sabemos de los individuos que ocupan estos lugares? En este oportuno libro, el antropólogo Michel Agier aborda estas preguntas y examina el carácter de las fronteras que emergen en los márgenes de los estados-nación. A partir de su trabajo de campo etnográfico, muestra que las fronteras, lejos de desaparecer, han adquirido un nuevo tipo de centralidad en nuestras sociedades, convirtiéndose en puntos de referencia para el creciente número de personas que no encuentran un lugar en los países a los que quieren llegar. Se han convertido en el lugar de un nuevo tipo de sujeto, el habitante de la frontera, que está a la vez 'adentro' y 'afuera', encerrado por un lado y excluido por el otro, y que está obligado a aprender, en duras condiciones, las maneras del mundo y de otras personas. En este sentido, las vidas de los migrantes, incluso en las incertidumbres o peligros de las fronteras, nos dicen algo sobre la condición en la que todos viven cada vez más hoy, una 'condición cosmopolita' en la que la experiencia de lo desconocido es más común y la la relación entre uno mismo y el otro está en constante renovación.
Gestión de los indeseables: campos de refugiados y gobierno humanitario, de la editorial Polity Press: 2011.
Cifras oficiales clasifican a unos cincuenta millones de personas en el mundo como 'víctimas de desplazamiento forzado'. Refugiados, solicitantes de asilo, víctimas de desastres, desplazados internos y tolerados temporalmente: las categorías de excluidos proliferan, pero muchos más quedan fuera de la cuenta. Ante esta tragedia, la acción humanitaria parece cada vez más la única respuesta posible. Sin embargo, sobre el terreno, las 'facilidades' puestas en marcha recuerdan más a la lógica del totalitarismo. En una situación de catástrofe permanente y emergencia sin fin, los 'indeseables' se mantienen separados y fuera de la vista, mientras que el cuidado dispensado está diseñado para controlar, filtrar y confinar. ¿Cómo debemos interpretar la inquietante simbiosis entre la mano que cuida y la mano que golpea? Después de siete años de estudio en los campos de refugiados, Michel Agier revela su 'inquietante ambigüedad' y subraya la imperiosa necesidad de tener en cuenta las formas de improvisación y desafío que actualmente están transformando los campos, convirtiéndolos a veces en ciudades y anunciando el surgimiento de políticas asignaturas. Una crítica radical a los fundamentos, contextos y efectos políticos de la acción humanitaria.
El miedo a los demás. Ensayo sobre la indeseabilidad, ediciones Payot & Rivages, 2022.
Aunque todos podemos ver que estamos conectados con todo el planeta y con el destino de todos los humanos y no humanos que viven allí, en todas partes el renacimiento de las políticas de seguridad nacional nos alienta a encerrarnos en nosotros mismos, en la indiferencia y, más aún, en el miedo de los demás. Así es como surge la indeseabilidad. En la era de la globalización, el extranjero sólo existe en forma de indeseable. Todo lo deseable se hace cercano, aceptable y rápidamente familiar; el resto es inquietante, descartable y descartable. El miedo a los demás, cercanos o lejanos, se convierte en retraimiento, a menudo desprecio, rechazo. Más que eso, establece políticas. Así nace el indeseable, imagen espectral y aterradora de alguien que puede ser ahuyentado hasta la frontera, nacional o urbana, o incluso abandonado a la muerte. No hay compromiso posible con estas políticas de miedo y odio a los demás. Otra descripción del mundo, otro horizonte de posibilidades y otros imaginarios son necesarios para devolver a todos y cada uno el sentido y el valor de la convivencia.